El Caminito del Rey
Una maravilla a 105 metros del suelo
El clic del casco una vez abrochado es como el disco verde de un semáforo. Ya no hay vuelta atrás. Por delante, ocho kilómetros del recorrido que se llegó a conocer como 'el caminito más peligroso del mundo'. Pero éste es otro Caminito del Rey, el de madera; una estructura que camina sobre la antigua. La subida desde El Chorro es dura e inesperada. Al poco rato, las rampas se convierten en escalones y la pared vertical ya resulta sobrecogedora. La cautela alcanza su punto más álgido tras pisar la primera tabla de la pasarela, y aunque a la izquierda ya está el vacío -solo protegido por una valla-, la sensación de seguridad cobra protagonismo. Los pasos son firmes y el disparador de la cámara de fotos no da abasto ante tanta belleza paisajística. A un lado, el comienzo del cañón del Desfiladero de los Gaitanes, al otro, el azul del pantano.
De repente, un puente que nadie entiende cómo ha aparecido. 105 metros de altura, de un vacío que se puede contemplar mirando a los pies. Y vértigo. Mucho vértigo. En el aire vuelan las 'mariposas de agua', como los lugareños llaman a esas gotas que caen al vacío y que la luz atraviesa. Un puente de 34 metros de longitud cuelga de un lado a otro. Se intenta atravesarlo rápido, dejarlo atrás sin contemplaciones. Más vértigo. “El puente hay que disfrutarlo”, dice alguien.
No hay peligro, pero uno se siente valiente, como si estuviera haciendo algo realmente temerario. Aunque atravesaras aquella pasarela una y mil veces volverías a sentir lo mismo. Allí no suena el teléfono (no hay cobertura), los buitres y el caer del agua son la única banda sonora que acompaña a los pasos.
Se atraviesan los vestigios de varias historias. La de los marineros que pusieron las primeras tablas en 1901. La de los obreros, que a fuerza de cemento, hicieron ver a Alfonso XIII que aquel camino sería tan recordado como el propio monarca. La de Andrés, que con 83 años rememora sus noches de frío durmiendo en el trayecto hasta el amanecer. La de los niños de vuelta del colegio; las mujeres camino de la compra o los jóvenes en bicicleta. Y luego, los años de pocos recuerdos y mucho silencio, de peligro, hasta que los primeros obreros de este siglo, con cristales y helicópteros, estrenaron un nuevo capítulo. Y así hasta el final del trayecto, con la idea de que aquel ya no es el camino más peligroso del mundo, pero sí el más espectacular.
La rehabilitación del Caminito del Rey
Del sendero más peligroso al camino para todos los públicos
En la década de los 90 y principios del nuevo siglo, la etapa en la que el Caminito del Rey registró más accidentes, surgió entre las diferentes administraciones la idea de su restauración para uso turístico. Desde que los habitantes de la zona dejaran de usarlo como pasarela para ir de un pueblo a otro, el trazado de cemento había sufrido un importante deterioro con desprendimientos y agujeros a lo largo del trayecto. Finalmente, y como una solución de urgencia para evitar más sucesos, se procedió a la voladura de sus entradas por Álora y por Ardales para impedir el acceso de los turistas.
Un rápido vistazo a la hemeroteca es suficiente para comprobar que pocas actuaciones pueden 'presumir' de llevar más de dos décadas anunciándose sin terminar de hacerse realidad. Hasta ahora. Durante estos 20 años, aunque la voluntad siempre estuvo, los proyectos eran prácticamente irrealizables, tanto por cuestiones técnicas como económicas.
En 2011, el arquitecto de la Diputación de Málaga, Luis Machuca, recibió el encargo de estudiar un proyecto viable. Su primera percepción fue rotunda: “No se podía ejecutar de ninguna manera". Hasta ese momento, todas las iniciativas se habían centrado en repetir lo que había: una pasarela de cemento sujeta a la pared. Se llegaron a barajar obras por hasta 18 millones de euros, que fueron descartadas de inmediato por su alto coste y su complicación técnica. Si no había forma de hacerlo, Machuca lo tenía claro: “Había que hallar otra manera”.
Tres años de diseño y uno de construcción
¿Y si no se arreglaba el camino? ¿Y si se hacía uno nuevo sobre el antiguo con otros materiales? Los técnicos dieron con la solución: un sendero de tablas que se adaptaría a la orografía y unas barandillas con una rejilla metálica como sistema de seguridad. Por ese motivo, se decidió dividir el proyecto en piezas “para poder ir montándolas como se hizo con el primer caminito”.
Las complicaciones técnicas han sido elevadas, hasta el punto de que se ha tardado más en diseñarlo (tres años) que en construirlo (apenas 12 meses) "Me parece increíble cómo lo hicieron entonces. Pero bueno, una vez que solventas los problemas técnicos y medioambientales, la cosa ya avanza. Había que hacer algo que durara, por las características del lugar”, asegura el arquitecto.
Trabajadores en suspensión y un helicóptero para llevar los materiales
Las dificultades del entorno obligaban a definir cómo se iba a trabajar y a abordar la construcción. Si hace 114 años fueron marinos colgados del desfiladero los que montaron un sendero de madera primitivo (luego vendría el de cemento en los años 20), en los tiempos actuales la solución tenía que ser otra. O no. De hecho, se decidió contar con los servicios de empresas especializadas en trabajos verticales. Buena parte de la construcción implicaba que los trabajadores -alpinistas y espeleólogos- también se colgaran para construir los 1,2 kilómetros de la pasarela suspendida sobre el trazado de la antigua, que se ha preservado en los tramos que no han desaparecido. Su labor ha consistido en colocar los paneles de madera con anclajes metálicos y adaptarlos a la morfología de la roca.
Una vez resuelto que la estructura sería colgante y que los alpinistas serían los encargados de ir colocando las piezas, se tuvieron en cuenta los condicionantes medioambientales, como el viento, la lluvia, las piedras sueltas o el mero hecho de trabajar a la intemperie. La sostenibilidad de la infraestructura se podrá ver en el futuro con un mantenimiento constante del Caminito del Rey. Para hacerlo más sencillo, los creadores del proyecto idearon un sistema para que cualquier pieza que se pueda romper se arregle de una manera rápida. Estas piezas están combinadas con otras de acero inoxidable que durarán mucho más tiempo.
El transporte de los materiales por el difícil acceso fue otro de los aspectos a abordar. En algunas zonas se pudo hacer mediante operarios, pero en otras, se recurrió a un helicóptero que los descolgaba hasta donde estaban los trabajadores.
La construcción del puente: una solución alternativa y sin riesgo
El elemento más característico del recorrido del Caminito Rey es el puente sobre el Desfiladero de los Gaitanes, que ha pasado a llamarse Puente de Ignacio Mena, en recuerdo a un diputado provincial fallecido. Su construcción, lejos de lo que pudiera parecer a primera vista, no ha implicado un riesgo extra, según quienes han participado en el montaje. El helicóptero iba descolgando las piezas que ya venían preparadas y que un equipo de alpinistas ensamblaba a más de cien metros de altura.
Este puente camina de manera paralela al anterior, y la razón de su colocación se debe al elevado coste económico de reparar el antiguo (casi tres millones de euros), así como de los problemas medioambientales con la generación de residuos. El nuevo puente, por tanto, se hizo por una cuestión de costes, aunque el arquitecto Luis Machuca no descarta que “con el paso de los años” se termine restaurando el que data de 1921.
Fernando Arranz, el jefe de los alpinistas, no considera que esta labor fuera especialmente arriesgada. "Estamos acostumbrados a este tipo de acciones. Lo peor de todo ha sido trabajar a la intemperie durante tanto tiempo".
Tecnología contra los errores de cálculo
El I+D ha jugado un papel importante, desde el uso de varios 'drones' hasta un láser de punto para poder medir con absoluta precisión las distancias. De esta forma, los materiales, tanto de las tablas como del puente, se cortaron sin incurrir en un error de cálculo. En lo que todos los técnicos relacionados con la obra están de acuerdo es en que, en definitiva, la mayor dificultad ha sido el sistema en sí mismo, es decir, construir una pieza sencilla para luego fraccionarla y trasladarla.
Para la construcción del nuevo Caminito del Rey se han utilizado 15.000 tablas de madera tratada de pino rojo a lo largo de la pasarela; se han colocado 1.500 metros de malla metálica de acero inoxidable trenzado de un metro de ancho. Las ménsulas y los jabalcones (barras imprimadas a la pared de acero inoxidable) se han instalado también en un recorrido en el que han trabajado 12 alpinistas y cerca de 20 operarios, además de los responsables de I+D, encargado y jefe de obra y, por supuesto, el piloto del helicóptero.
Tras un año de ejecución, el Caminito del Rey se ha reabierto con una inversión total de 2,7 millones de euros, una cantidad muy alejada de los proyectos anteriores.
La Experiencia
La experiencia
Ha llegado el momento de disfrutar del Caminito del Rey. Quienes ya lo han hecho aseguran que es inolvidable. La expectación por su rehabilitación, que ha convertido un recorrido peligroso sólo apto para temerarios en un trayecto seguro y turístico, ha desembocado en un aluvión de reservas, requisito indispensable para disfrutarlo.
El interés por el recorrido no sólo se ha extendido a toda España. Guías de viajes y medios internacionales también se han hecho eco de la reapertura del hasta ahora 'sendero más peligroso del mundo'. Es el caso de la popular guía 'Lonely Planet', que la ha catalogado como "experiencia imprescindible para 2015", junto a otras como la Cueva de Hielo en Islandia o el Observatorio del Mundo de Nueva York, en el World Trade Center. Otros medios internacionales también han publicado reportajes sobre la rehabilitación.
Antes de reservar: ¿Qué debes tener en cuenta?
Es necesario registrarse para visitar el Caminito del Rey. Te contamos algunos aspectos que debes saber antes de hacerlo:
Distancia y tiempo de recorrido
El recorrido completo del Caminito del Rey es de 7,7 kilómetros, pero no todo son pasarelas. En realidad, 4,8 kilómetros son accesos y el resto (unos 2,9 kilómetros) es el trayecto más conocido y espectacular e incluye el Valle del Hoyo. El tiempo estimado de recorrido es de 4 o 5 horas, según la Diputación de Málaga, dependiendo de si se accede por Ardales (recorrido descendente) o por Álora (ascendente). Sí es importante saber que el camino no es circular, es decir, que al llegar al final hay que regresar. Está previsto que se habiliten autobuses lanzadera, pero no hay nada concretado a fecha de marzo de 2015.
Apertura y horarios
El horario de invierno es de 10.00 a 14.00 horas, y el de verano, de 10.00 a 17.00 horas. Los lunes permanece cerrado. Si las rachas de viento superan los 35 kilómetros por hora se cerrará el recorrido por seguridad. También está clausurado el 1 de Enero y el 24, 25 y 31 de Diciembre.
Coste
El Caminito se inaugura al público el 28 de marzo de 2015. Durante los primeros seis meses, la entrada es gratuita, aunque este plazo se puede ampliar hasta un año. El precio definitivo aún no se ha fijado.
Limitaciones por edad
Está prohibido para menores de ocho años. No hay límite máximo de edad, pero sí se recomienda el “sentido común”.
Mascotas
Están prohibidas.
Por grupos
Dada la capacidad limitada de este espacio, la inscripción es obligatoria y cada media hora entrarán 50 personas, hasta un total de 600 por día. Esta decisión la ha tomado un comité de seguimiento, que velará y se encargará de hacer los cambios necesarios tras ver la evolución del enclave turístico, por lo que no se descarta que estas condiciones de entrada puedan variar en los próximos meses.
Avisa por dónde entras
Al tener dos entradas posibles (Álora y Ardales), es imprescindible que indiques la preferencia al reservar. No en vano, las personas que entrarán cada día lo harán en turnos de 50 dependiendo del sector de inicio elegido. Ambas puertas están bien, aunque si haces el recorrido en tren, la parada es en la estación de El Chorro, por lo que deberás indicar el acceso de Álora.
Estado físico
El recorrido es largo y tiene escaleras, ademas de cruzar un valle entre el Desfiladero de los Gaitanes y Gaitanejo. Las propias características del lugar hacen que la movilidad sea un tanto complicada, por lo que si bien no hay que ser un atleta para conocer el enclave, sí es necesario tenerlo en cuenta. Se desaconseja el tránsito a toda persona que no cuente con la adecuada preparación física, que padezca de vértigo o enfermedades relacionadas con el corazón, el aparato respiratorio o que esté sometida a tratamiento médico coincidente con la duración de la visita.
A qué hora reservo
La mejor opción es reservar a una hora lo más temprana posible, y poder así disfrutar del recorrido al completo, lo que incluye hacer una pequeña parada en el valle que une las dos pasarelas, en el que habrá sitio de sobra para el esparcimiento, tomar un tentempié y descansar.
Tras la reserva: Prepara la visita
Cómo llegar
Si vas en coche, depende de cuál sea tu origen. Si quieres llegar a El Chorro desde el norte, lo ideal es tomar como punto de partida Antequera (A-92). Una vez allí, existen dos opciones. Una más larga (casi una hora) por Campillos (A-384) y después coger hasta El Chorro; o por el Valle de Abdalajís (A-343) y luego la MA-226 hasta el destino. Esta última ruta es más corta en kilómetros: supone invertir unos 40 minutos, pero las carreteras están en peor estado.
Si se viene de la zona de la provincia de Cádiz, es mejor acceder por Ronda (A-367) y después hasta Ardales; luego se toma la MA-444. El trayecto es de una hora (60 km.)
Desde Málaga, el camino a tomar es la A-357 en dirección Campillos y una vez allí debes optar por Ardales o Álora (las dos opciones de comienzo del camino).
Si piensas ir en tren, Adif tiene previsto, a partir del 28 de marzo de 2015, intensificar estas conexiones. En esta web de Renfe se podrá planear el viaje.
¿Cómo es el recorrido?
Aunque la entrada sea a una hora exacta y por una puerta concreta, esto no quiere decir que haya que hacerlo de forma lineal y sin parar. Una vez se haya traspasado la caseta de control que marca el inicio, los visitantes podrán recorrer a placer estos kilómetros como mejor consideren.
Es importante recalcar que si se hace el recorrido completo y se pretende regresar al vehículo, este recorrido no será de 8 kilómetros sino de 16, porque habrá que realizarlo de ida y vuelta, un detalle importante para aquellos que no están tan acostumbrados a caminar varios kilómetros. El Caminito del Rey estará ahí muchos años, por lo que no es necesario caminar más de lo que uno realmente pueda.
¿Qué me voy a encontrar?
El Caminito del Rey ha crecido en el imaginario de estos últimos años como un lugar peligroso y arriesgado, solo válido para unos pocos valientes. El mal estado del anterior recorrido unido a un reguero de desgracias provocó ya hace un tiempo su cierre. La nueva infraestructura ha eliminado estos peligros.
Pese a ello, el Caminito del Rey no es un paseo por el monte. Las pasarelas, el puente colgante a 105 metros de altura y las paredes escarpadas crearán una inevitable sensación de vértigo. Los visitantes no estarán arriesgando sus vidas (nada más lejos de la realidad), pero sí hay que ser consciente de que impactará a aquellos usuarios más impresionables. Ése, de hecho, es el gran atractivo del Caminito del Rey.
Normas que debes cumplir
La Diputación ha creado un documento en el que se recogen las normas que han de contemplarse a la hora de hacer el Caminito. Te explicamos las más relevantes o curiosas:
No olvides tu entrada
Para visitar el Caminito del Rey será requisito obligatorio estar en posesión de la entrada que incluirá el nombre de quien la porta y su DNI o documento equivalente. En el caso de menores se incluirán también los datos de la persona responsable. Es personal e intransferible.
Caso, obligatorio
Será obligatorio el uso del casco para recorrer las instalaciones, aunque no tienes que comprártelo ni llevarlo de casa: te lo darán a la entrada sin coste alguno.
Estás asegurado
Cada visitante cuenta con un seguro de responsabilidad civil que cubre cualquier incidente durante la visita, siempre que esa contingencia no se haya producido por incumplimiento de las normas o por culpa exclusiva de la persona visitante.
Sé muy puntual
Los visitantes deben llegar al área de acceso al menos con 30 minutos de antelación respecto del horario indicado en el resguardo de la reserva para la visita, al objeto de organizar los grupos.
Se circula por la derecha
La circulación será siempre por tu derecha, norma que debe observarse fundamentalmente en las pasarelas. Cuando se crucen dos personas, deberá tenerse una precaución máxima para evitar poner en peligro a quien camine junto al desfiladero.
Gratis para escaladores
Las personas que deseen realizar escalada tendrán acceso gratuito a la instalación del Caminito del Rey cuando vayan a practicar dicho deporte. Para ello, al pasar por las casetas de control deberán acreditar que disponen de un seguro de responsabilidad civil e inscribirse y aceptar las normas.
Ve preparado: Lleva calzado apropiado, agua, protección solar...
El Caminito del Rey es una infraestructura rehabilitada para poder disfrutar de una actividad de turismo activo, con un cierto grado de esfuerzo físico. Por ello se recomienda llevar agua o cualquier tipo de bebida energética; chocolatinas, barritas, frutos secos y fruta; crema de protección solar y gorro, así como ropa apropiada a la temporada en que se realice el recorrido y, sobre todo, calzado para senderismo.
No hay baños
Se debe tener en cuenta que desde que se entra en el recorrido hasta que se sale del mismo no existe una zona de cuartos de baños.
Cuidado con las rocas
Al ser una actividad que se lleva a cabo rodeado de montañas, pueden producirse pequeños desprendimientos de roca
Prohibido coger en brazos
No se puede coger en brazos a nadie (tampoco a los niños) en el tramo de pasarelas.
Sin paraguas
Está prohibido utilizarlos si llueve. Es obligatorio, en su caso, el uso de chubasquero o similar.
Prohibido fumar
No está permitido encender fuego y tampoco fumar durante el recorrido.
Fotos sin trípode
Olvida fotografiar o grabar con trípode o cualquier otro elemento que pueda obstaculizar el paso. Mucho menos, el uso de drones o aparatos similares.
Nada de gritar eco, eco
No puedes gritar o escuchar música con volumen alto.
A mejor vida
Está terminantemente prohibido esparcir cenizas de difuntos durante el recorrido.
En marcha: Lo que no te puedes perder durante el recorrido
La experiencia sobre una plataforma colgante o anclada a la pared de un cañón a muchos metros del suelo y la espectacularidad del paisaje es lo primero que viene a la mente cuando se habla del Caminito del Rey. Pero una vez iniciado el recorrido, hay detalles que no pueden pasarte por alto.
El puente colgante Ignacio Mena: entre el vértigo y el movimiento
Este impresionante puente colgante que lleva el nombre del fallecido diputado provincial Ignacio Mena es, probablemente, la atracción más impactante de todo el recorrido. Situado en la entrada de Álora, esta obra de ingeniería mide algo más de 30 metros y se encuentra a 105 metros de altura, uno de los puntos más altos de toda la pasarela. Al ser un puente colgante, se mueve, y el suelo de rejilla permite ver el discurrir del agua en el Desfiladero de los Gaitanes. Este sector del enclave es el que produce mayor sensación de vértigo, y precisamente por ello es una visita imprescindible. En la construcción participaron varios alpinistas, que iban colocando las piezas que un helicóptero les dejaba desde el aire.
El valle: un sendero entre pasarela y pasarela
Las dos zonas de pasarelas -Gaitanes y Gaitanejo- están separadas por un precioso sendero que recorre un valle entre las aguas del Pantano de El Chorro. Tiene aproximadamente tres kilómetros, y es el sitio ideal para pararse a descansar, tomar un tentempié o incluso contemplar las vías y los trenes que pasan.
Fósiles: paredes con historia
Especialmente en la zona de la pasarela que transcurre por el Desfiladero de los Gaitanes, es fácil hallar en las paredes fósiles incrustados. Hace millones de años, estas paredes eran en realidad fondos marinos.
La vieja tirolina: un triste suceso que forma parte del Caminito
Unos pocos metros después de cruzar el puente colgante -si se entra por Álora-, los visitantes encontrarán una vieja cuerda que cae hacia el fondo del desfiladero. Es el único resto que queda de una vieja tirolina, protagonista de una desgracia ocurrida el 11 de agosto del año 2000. Cruzaba unos 100 metros, desde la antigua pasarela hasta la entrada de una de las vías del ferrocarril. Tres jóvenes (Antonio, Andrés y Martín) perdieron entonces la vida cuando la parte de la cuerda enganchada junto al túnel se salió de la pared y se precipitaron al vacío. Una negra esquela colocada por sus amigos y familiares lo recuerda y refresca la memoria de los visitantes, ya que aunque ahora el Caminito es un lugar seguro, tiene oscuros capítulos del pasado capaces de sobrecoger a cualquiera. El diseño de la reforma permitió que esta cuerda se mantuviera.
El mirador de cristal: un pequeño paso sobre el vacío
Si hemos conseguido superar el vértigo producido por la altura del enclave y lo cercano de los cortados, siempre se puede dar un paso más y caminar sobre un mirador de cristal sobre el vacío. Al ser transparente, se contempla el fondo del Desfiladero de los Gaitanes sin ningún problema. Es de los puntos más atractivos para hacer fotos.
Aunque se han seleccionado cinco puntos clave, lo cierto es que la visita completa ofrece más elementos, algunos que pueden producir algo de claustrofobia -como la cueva que da acceso al entorno- y otros que impresionan, como contemplar el antiguo camino lleno de agujeros, que se ha dejado como estaba.
La historia del Caminito del Rey
Historia
Hoy es un sendero turístico que aparece en las guías de medio mundo, pero el germen del Caminito del Rey fue otro muy distinto. Originariamente concebido como un camino de servicio, ha pasado por diferentes etapas. En los últimos años antes de su clausura -cuando ya se había ganado el apelativo del 'sendero más peligroso del mundo'- fue un lugar en el que sólo se adentraban los más valientes y temerarios. Pero antes que ellos hubo niños que iban al colegio sin nadie que los guiara, y parejas de enamorados que se perdían entre los muros del cañón, y vecinos de la zona que salían a ver y ser vistos... Y mucho antes, hace más de un siglo, ni siquiera hubo cemento.
Un camino de madera construido por marinos
Resulta curioso que el origen del Caminito fuera precisamente la madera. Las primeras tablas en el Desfiladero de los Gaitanes se colocaron en 1901 y no lo hicieron obreros al uso sino gente acostumbrada a vivir lejos de tierra firme. Fueron marinos quienes ensamblaron aquel camino primitivo que apenas se asemejaba al actual, atados a cuerdas desde lo alto del acantilado y suspendidos en el vacío, una labor a la que ya estaban acostumbrados en un barco.
Pero el motivo que derivó en ese camino y en todo lo que le rodea surgió años antes, durante la construcción del ferrocarril Córdoba-Málaga. Fue entonces cuando la familia Loring, que tenía la concesión ferroviaria, se dio cuenta del potencial del río Guadalhorce y de los saltos de agua del Desfiladero de los Gaitanes para generar electricidad.
El ingeniero y empresario Jorge Loring, primer marqués de la Casa Loring, consiguió también esa concesión, pero no llegó a explotarla. Sería otro ingeniero vinculado a la familia por matrimonio, Rafael Benjumea Burín, quien tomó la riendas de un proyecto que con los años le supondría llegar a ser ministro con Primo de Rivera y el título de Conde del Guadalhorce.
A principios del siglo XX, en España empezaba a gestarse un importante cambio en la generación de energía. Atrás iban quedando las máquinas de vapor para dar paso a las centrales hidroeléctricas. Benjumea vio el potencial de El Chorro para generar energía suficiente para surtir a Málaga y cubrir también las necesidades de su industria. Su sueño se vio ampliado con creces años más tarde, cuando llegó a suministrar electricidad incluso a pueblos de Granada y Almería.
En 1903 se puso en funcionamiento el Salto Hidroeléctrico de El Chorro. Esta pequeña presa elevaba el nivel del río creando un pequeño canal cubierto por tuberías. Para controlarlo, Benjumea contrató a marinos, que construyeron un camino de tablones para acceder a la zona y efectuar labores de mantenimiento. Supuso la creación de una plataforma paralela para controlar la compuerta y los accesos a la presa original. Fue el primer tramo del actual Caminito del Rey.
Un gancho para impactar a un Rey
En 1903, Benjumea funda la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro con la finalidad de construir un gran pantano. Una vez aprobado el proyecto, se volvió a reformar para crear una presa de 50 metros de altura y una capacidad de embalse de 80 hectómetros cúbicos. Pese a la carestía de materiales por la I Guerra Mundial, las obras pudieron concluir el 21 de mayo de 1921.
Trabajos de construcción de la presa de El Chorro, que se inauguró en 1921La trascendencia del proyecto supuso que el rey Alfonso XIII acudiera a la colocación de la última piedra. Un sillón de piedra, hoy conocido como el sillón del Rey, dejó constancia de la visita del monarca.
El ingeniero Benjumea vio en el precario caminito de tablas de madera una oportunidad de sorprender al monarca. Durante la gran obra decidió dar un paso más allá: retiró la vieja estructura y la cambió por cemento y vigas de tren como soporte. “El caminito puede considerarse una operación publicitaria de Benjumea para poner en valor la presa”, explica Isabel Bestué, arquitecta y autora del libro 'Salto hidroeléctrico del Chorro. estudio para la restauracion del "caminito del rey'.
En la inauguración, Alfonso XIII no lo atravesó por completo, pese a que las crónicas del momento resaltaban su valor y el miedo del séquito que lo acompañaba. Apenas recorrió un tercio, suficiente para que desde entonces lleve el nombre del Caminito del Rey.
Revista La Esfera, 1921Un camino cotidiano: para ir al colegio, para comprar, para encontrarse...
Andrés Carrasco, de 83 años, recuerda perfectamente -"casi como si fuera ayer"- cómo era aquel camino. Natural de El Chorro, estuvo durante 65 años pastoreando cabras en la zona del Desfiladero de los Gaitanes, cruzando la pasarela "prácticamente a diario". El camino pasó rápidamente a formar parte de la vida cotidiana de los habitantes de El Chorro y de otros enclaves cercanos.
La zona de Gaitanejo, por ejemplo, donde se ubicaba el azud de inicio del canal de agua del salto hidroeléctrico, estaba habitada por varias familias, algunas ligadas directamente al mantenimiento, mientras otras se dedicaban al pastoreo o la agricultura. Para todas ellas, la apertura de este camino de servicio que se elevaba a casi 100 metros de altura sobre el fondo del desfiladero, supuso un modo rápido y cómodo de acceso al poblado de El Chorro.
Tras la construcción de la presa, más tarde llamada del Conde de Guadalhorce, parte de los trabajadores se instalaron definitivamente allí. Para todos fue vital la existencia del Caminito del Rey, que permitía a los niños asistir a la escuela tras un trayecto relativamente corto, a las mujeres avituallarse de los productos de primera necesidad y a todos los habitantes en general mantener un contacto directo con otras poblaciones más allá de las sierras.
Andrés, un pastor jubilado, recuerda que alguna noches incluso se quedaba a dormir en algún lugar del recorrido. "Allí solo estábamos las cabras (que iban por debajo), mis perros y yo". Cuando amanecía, y ya oía las voces de los niños que se dirigían al colegio, se levantaba y seguía el camino.
El Caminito del Rey tenía un trasiego continuo, tanto de día como durante la noche - contaba con luz eléctrica-. No era sólo una vía de paso, sino también un punto de encuentro. Se integró así en el ritmo cotidiano de las familias de la comarca; acompañó y marcó algunos de los momentos más importantes de sus vidas.
El abandono, el deterioro, el peligro
El camino estuvo en buen estado mientras fue un vía imprescindible para los vecinos. Llegó incluso a tener un guarda que se encargaba de su mantenimiento y limpieza. Con el paso de los años, el sendero dejó de ser imprescindible y llegó el abandono. El transcurso del tiempo y el trasiego de animales provocaron que las piedras cayeran sobre el recorrido y originaran graves desperfectos, sobre todo en aquellas zonas donde la espesura del cemento era menor. El recorrido terminó perdiendo buena parte de la barandilla.
Desde entonces, el paso por el Caminito del Rey se convirtió en un recorrido peligroso. Los agujeros en el trazado y la ausencia total de tramos obligaba a agarrarse a la pared o a realizar temerarios saltos sobre el vacío. Los visitantes dieron paso a gente que buscaba una experiencia, relacionada sobre todo con el alpinismo o la escalada. Y comenzó la leyenda negra.
A mediados de los años 90 y tras varios accidentes mortales, se decidió clausurar definitivamente la pasarela. Algunos vecinos de la zona apuntan que el motivo definitivo fue el fallecimiento el 23 de julio de 1993 de la niña de 12 años Rosa Polo natural del municipio sevillano de la Rinconada. La menor acudió al lugar en una excursión organizada por los monitores de las colonias de verano. Al parecer, según publicó el diario ABC de Sevilla, iba la primera de una fila y cayó por un agujero que no vio en la pasarela.
A raíz de ese suceso, comenzaron a surgir voces que reclamaban el cierre del recorrido. Al poco tiempo, se decidió volar los primeros tramos de la entrada, tanto en la parte que corresponde Ardales como en Álora y se advirtió con multas a quienes accedieran. Pero nada frenó a los más temerarios, que popularizaron aún más el recorrido con la grabación de vídeos en los que mostraban sus peligrosas hazañas.
Durante sus 40 años de historia, el complejo hotelero 'La Garganta', a la entrada del Caminito, ha visto evolucionar el tipo de visitante: desde el vecino que lo recorría por necesidad hasta el visitante que buscaba experiencias extremas. Fernando García 'Queco', propietario, asegura que ni la peligrosidad ni las multas disuadieron la entrada de personas. "Hasta hace muy poco, los visitantes que venían por la zona eran en exclusiva aficionados al alpinismo o la escalada. Era habitual que preguntaran cómo entrar. Al final accedían cruzando las vías del tren".
Cine: El Caminito de las estrellas
Frank Sinatra atravesando Los Alpes para escapar de los nazis en 'El coronel Von Ryan' (1965); el dramático final de los personajes peruanos que cruzan 'El puente de San Luis Rey' (2004); aquella escena de Brigitte Bardot, Peter Lorre, Rachel Welch... Todo es mentira. Ni La Voz pisó Centroeuropa para darse a la fuga ni Kathy Bates y Harvey Keitel se fueron a escalar montañas a América del Sur. Todo se ambientaba muy lejos, pero en realidad se rodó muy cerca. Concretamente entre la Garganta y el pantano de El Chorro, pasando por el Caminito del Rey que tanto juego han dado en la gran pantalla. Desde tiroteos a persecuciones.
Omar Sharif también atravesó el paraje malagueño a caballo en una película cuyo rodaje no estaba documentado, 'Orgullo de estirpe' (1971). De esta filmación da fe el director artístico Ángel Cañizares, que participó en esta cinta de John Frankenheimer en la que los paisajes españoles se (re)convirtieron en Afganistán. «El personaje de Sharif era un jinete afgano que atravesaba las montañas para llegar a Kabul, aunque en realidad se filmó en El Chorro», cuenta el decorador afincado en Alhaurín de la Torre, que trabajó codo con codo con Gil Parrondo y formó parte del equipo que obtuvo el Oscar por 'Patton' (1970).
Gil Parrondo es de los pocos directores artísticos que puede decir que ha repetido en El Chorro, ya que también fue el encargado de crear la pasarela y la ambientación andina de la escena cumbre de 'El puente de San Luis Rey', el último largometraje que ha rodado escenas en este paraje natural. Precisamente, con la recuperación del Camino del Rey, la Diputación Provincial espera que, además de las visitas, regresen los rodajes de cine. Así lo afirma el arquitecto y coordinador del equipo que ha restaurado este enclave, Luis Machuca, que destaca la «excepcionalidad» de la ruta peatonal. «Además ahora se puede rodar con más seguridad que entonces y, la verdad, es que el paraje lo merece», señala y recuerda el filme más famoso allí rodado: 'El coronel Von Ryan' que protagonizó Frank Sinatra.
Aquella cinta bélica desembocó en el famoso altercado del actor en el hotel Pez Espada de Torremolinos y su detención en la comisaría de Málaga, aunque antes de este polémico final el director Mark Robson pudo rodar la escena cumbre en la que Sinatra guiaba a los presos de un campo de concentración que escapaban en tren a Suiza, mientras le pisaban los talones los nazis. Los evadidos intentaban huir también a pie a través del Caminito del Rey que en pantalla interpretó su papel con la precisión de un reloj suizo. Aunque Luis Machuca tiene un reproche para los productores del filme, «porque en los créditos finales dan las gracias a Italia por los paisajes y se olvidan de Málaga."
Con anterioridad al polémico Sinatra, la actriz Brigitte Bardot también se dejó ver por allí, aunque no llegó a recorrer el caminito. Filmó ‘Los joyeros del claro de Luna’ (1958) en el río Guadalhorce que discurre bajo la Garganta de El Chorro. En la escena le acompañaba Stephen Boyd (Mesala en 'Ben Hur') y un borriquillo del que acabó encariñándose y al que puso el nombre de... Chorro. En su hotel de Torremolinos no le dejaban tener el burro en las zonas comunes por lo que la actriz optó por llevarse al animal a su habitación para sorpresa del ego de Boyd, según confesaba la actriz en sus memorias.
Raquel Welch también husmeó por el Desfiladero de los Gaitanes en el filme 'Guapa, intrépida y espía' (1967), aunque en avión. En realidad ni eso, ya que en los fotogramas se ve que el pilotaje loco a lo 007 de la actriz se filmó en estudio con un fondo de imágenes de El Chorro.
Puestos a calificar las escenas rodadas en el Caminito de Rey, la mejor secuencia corresponde a la cinta 'Esencia de Misterio' ('Holiday in Spain', 1960), con Peter Lorre y Denholm Elliott echando los higadillos a la carrera por las pasarelas de piedra para huir de un tiroteo. La oportuna caverna del tren les daba un respiro y una escapatoria a esta pareja quijotesca. Como si fuera un túnel del tiempo del que al momento pudiera salir Frank Sinatra con un cartel que dijera: 'Frontera con Suiza'.
El entorno
El enclave: características geológicas, orográficas y climatológicas
El Caminito del Rey transcurre por un espectacular cañón que tiene tres partes: el Desfiladero de los Gaitanes, el Valle del Hoyo y Gaitanejo. La paredes del cañón alcanzan hasta los 300 metros de altura en su parte más elevada que contrasta con anchuras mínimas de hasta diez metros en algunos puntos del recorrido.
El área es de aproximadamente 9.000 hectáreas, y está situada en el corazón de la provincia de Málaga e incorpora parte de los términos municipales de Álora, Antequera y Valle de Abdalajís, aunque la mayor parte del recorrido del Caminito está en el término municipal de Ardales. El área está formada en su práctica totalidad por la cuenca del Río Guadalhorce, así como de sus afluentes, el Río Turón, el Río Guadalteba, el Río de la Venta, el Río del Valle y el Arroyo de Granado.
Este espacio tiene dos grandes zonas de interés medioambiental. Por un lado, un área al norte con los macizos montañosos de la Sierra de Abdalajís y la Sierra de Huma, dejando al oeste y noroeste los embalses Conde de Guadalhorce, Gaitanejo y Guadalhorce. Se caracteriza por contar con sierras calizas -con orografía más fuerte y relieves más altos- y otras detríticas -formadas por areniscas con relieve más suave-. La otra gran área al sur es la Sierra de Aguas, más boscosa, y con diferente geología, de tipo subvolcánico, que consiste en un afloramiento de peridotitas.
El clima predominante es el mediterráneo húmedo y en las zonas de sierra, el continental húmedo. Las temperaturas oscilan entre los 0 y los 38º, según la época del año.
Los 'hitos' geológicos destacables de la zona son el Desfiladero de los Gaitanes, el Pico del Convento, el Arco Gótico, el Tajo del Estudiante, la Sierra de Huma, las Mesas de Villaverde, las Pedreras (El Chorro) y las cuevas y abrigos de El Chorro.
Fauna y flora
Este enclave aparece muy marcado por la presencia humana en el territorio desde el Neolítico lo que condiciona la fauna y la flora del lugar. En gran parte de las zonas más agrestes se han efectuado repoblaciones de coníferas para controlar la erosión. Esto no ha devuelto la cubierta vegetal autóctona, pero sí se ha establecido una población de pino carrasco. Se pueden encontrar principalmente sabinas dentro del espacio protegido, encinar, tarajes, adelfas y carrizales en los ríos y embalses, pinares de repoblación, acebuches, coscojares, aulagares, retamales, palmitares, romerales y otros pastizales.
Entre la fauna vertebrada se alcanza un total de 207 especies: 9 tipos de peces, 7 anfibios,13 reptiles, 30 mamíferos y 148 aves, destacando las rapaces. No es difícil avistar buitres o águilas desde el Caminito del Rey, mientras que por la noche es el búho real el que se adueña del lugar. Dentro del paraje natural se encuentran multitud de especies de fauna de gran valor, ya sea por su singularidad, importancia ecológica o por estar amenazadas. Entre las aves, tenemos especies de interés especial, como son el cernícalo vulgar, el búho real, la lechuza común y el buitre leonado. Otras aves presentes en el paraje son el halcón peregrino, el azor común, el águila perdicera y el águila real ibérica, que se encuentra “casi amenazada”. Entre los mamíferos, encontramos en el paraje especies como la cabra montés, que se encuentra en situación “vulnerable”; el gato montés, la gineta, el lirón careto o el meloncillo.
Usos tradicionales del territorio
Existen diversas localizaciones del entorno como hábitats humanos en cuevas aprovechando la facilidad de la arenisca para ser modelada. De hecho, algunos trabajadores que ayudaron en la construcción del Caminito del Rey y de la presa llegaron a alojarse en ellas. Hoy sólo quedan algunas cuevas como almacén de aperos agrícolas. Las viviendas de tipo rural, muchas de ellas construidas en el siglo XIX, integran buena parte de la urbanización de la zona.
Población y propiedad de la tierra
La evolución de la población ha ido pareja, en un primer momento, al aprovechamiento agrícola y el ganadero y, posteriormente, a la construcción del ferrocarril a finales del siglo XIX. La llegada a la zona del desarrollo eléctrico con la construcción de la presa trajo una nueva oleada de trabajadores. En las décadas de los 60 y 70 del siglo XX se produce un proceso lento pero continuo de abandono de buena parte de la población. Hoy en día existe una escasa población residente en el campo, lo mismo que ocurre con el entorno de los embalses, donde sólo hay contados cortijos importantes.
La tierra pertenece en su mayor parte a particulares (más de un 90%), mientras que los terrenos ribereños de los embalses son de titularidad pública. En cambio, dentro del Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, el 75% es de propiedad pública (ayuntamientos, Junta de Andalucía, Agencia Andaluza del Agua y Adif). La tendencia es la adquisición de las fincas de mayor tamaño por las administraciones para promover la conservación natural y cultural de la zona.
Fuentes bibliográficas: Javier Blasco Martín, Araceli Cerezo Aguilar, Víctor López Casalengua, Jose Manuel Reus Toré. Ambientura Gaitanes: Un trabajo dirigido y corregido por Félix López Figueroa, catedrático de Ecología de la Universidad de Málaga.
El Caminito del Rey y algo más
El Caminito del Rey y algo más
En torno al Caminito del Rey y el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes, existen varios enclaves históricos y naturales de gran interés. Yacimientos arqueológicos, restos de un importante asentamiento mozárabe o verdaderos balcones naturales son algunas de las visitas obligadas para quienes quieran aprovechar una escapada a la zona en una excursión de un día o en una escapada de un fin de semana.
Escapadas de un día: El Caminito del Rey y más propuestas
Mirador de los Tres Embalses
Existe un verdadero balcón con vistas a los tres pantanos que conforman este conjunto hidrológico en torno a la cuenca del Guadalhorce y del Guadalteba. Se trata del mirador de los Tres Embalses, desde el que se alcanza a ver los tres lagos del Guadalhorce, Conde de Guadalhorce y Guadalteba. A este enclave se llega desde la carretera que une los embalses con Campillos. Tras dejar el vehículo bien estacionado cerca del cartel indicativo, hay que subir por unas escaleras para llegar hasta este balcón panorámico. Es muy recomendable ver las puestas de sol desde este punto.
Necrópolis de las Aguilillas
Situada cerca de la carretera que comunica los embalses con Campillos, cuenta con siete estructuras mortuarias excavadas en la roca. Allí se han conservado las cámaras y numerosos nichos. El ajuar funerario y los restos humanos encontrados son de gran valor histórico.
Ruinas de Bobastro y Mesa de Villaverde
Aunque no se conserva un recinto amurallado, hoy no cabe duda de que Bobastro fue un bastión civil y militar durante décadas. Allí tuvo su cuartel general Omar Ben Hafsun, el muladí que desafió el poder de los omeyas entre los últimos años del siglo IX y los primeros del X. Todavía hoy queda mucho por descubrir en este enclave, que está situado en la Mesa de Villaverde. Como tal, resultó inexpugnable durante muchos años, incluso para el poder del Califato de Córdoba, que necesitó casi medio siglo para controlar esta revuelta. En su interior, hoy se pueden ver los restos de una iglesia rupestre, que entre otros hallazgos demuestran la importancia de una rebelión que llegó a crear incluso una provincia dentro de Al-Ándalus. Para realizar la visita es necesario pedir cita previa en la oficina de turismo de Ardales.
Mirador del Tajo de la Encantada
Este balcón natural está muy próximo a las ruinas de la ciudad de Bobastro, en la llamada Mesa de Villaverde. Es un lugar idóneo para llevarse una perspectiva general de todo el entorno del Desfiladero de los Gaitanes y la sierra de Huma. Se puede llegar hasta allí en vehículo, una vez que se ha pasado la ciudad de Bobastro y el embalse del Tajo de la Encantada. Una buena cámara fotográfica y unos prismáticos resultarán muy útiles para disfrutar mucho más de este rincón.
La ermita de la Virgen de Villaverde y casas cuevas
A escasos metros de la boca sur del Desfiladero de los Gaitanes se puede ver la capilla de la Virgen de Villaverde, que posiblemente fue una de las iglesias de extramuros de la antigua Bobastro. En su entorno, hay importantes vestigios históricos, como las cavidades que durante milenios se han usado como viviendas en esta zona. Cerca de la ermita se encontró hace ya medio siglo una necrópolis de época mozárabe. También se aprecian restos de una torre de vigilancia, conocida como Peñón del Moro, que indican la gran importancia del enclave.
La escalera árabe
Más de 256 escalones forman esta construcción humana que asciende por la caliza sierra de Huma aprovechando los resquicios que deja ésta. A pesar de su nombre, parece que la construcción de la denominada 'Escalera Árabe' se realizó durante el pasado siglo. Quienes suban por ella llegarán al cortijo de Can Pedrero, desde el que se puede subir posteriormente al pico de esta sierra. Los escalones son irregulares y han sido tallados o preparados con piedras y rocas del lugar para permitir un acceso más cómodo a la zona más alta. Subir por esta escalinata pétrea tiene como recompensa una increíble vista panorámica del entorno.
El sillón del Rey y la Casa del Conde
Muy cerca del Parque de Ardales se puede ver esta construcción de piedra, formada por dos bancos, un sillón y una mesa. Allí, el rey Alfonso XIII firmó la terminación de las obras del embalse Conde de Guadalhorce. Desde el sillón del rey, mirando a la orilla del embalse, se puede ver la Casa del ingeniero o Casa del Conde, una de las postales más famosas de la zona.
Túnel frente a Parque Ardales
Frente a la orilla del pantano del Guadalhorce y junto al conocido restaurante El Kiosco, hay una excavación histórica que usan actualmente muchos de los que quieren acortar distancias para dirigirse a pie desde allí al Desfiladero de los Gaitanes. Se trata de uno de los túneles hechos para el paso de los obreros que acometieron la construcción del embalse del Conde del Guadalhorce. Para atravesar el túnel, de unos 200 metros de longitud, se aconseja llevar alguna iluminación artificial como una linterna o incluso un móvil. No se recomienda el acceso por este pasaje a aquellas personas que tengan fobia a la oscuridad.
Los embalses
El Desfiladero de los Gaitanes se encuentra rodeado e incluso atravesado por tres pantanos de grandes dimensiones: Conde de Guadalhorce, Guadalhorce y Guadalteba. Por la orilla de los embalses se pueden dar tranquilos paseos o incluso hacer varias rutas de senderismo. En algunos de ellos también se pueden practicar actividades acuáticas, como es el caso de la zona conocida como Parque Ardales, donde se pueden alquilar hidropedales y canoas
Escapada de dos días: Para conocer bien el entorno
Reserva ecológica del río Turón
El Turón es el principal río que alimenta a uno de los embalses de mayor tamaño de la provincia de Málaga, el del Conde del Guadalhorce, ubicado en el término municipal de Ardales. Cuando converge con las aguas de este pantano, el cauce del río se abre y forma un interesante ecosistema, que hoy en día está protegido como la Reserva Ecológica del Turón, que acapara algo más de 80 hectáreas de superficie. Se trata de un punto de interés ornitológico, ya que por allí pasan o anidan muchas aves de ribera, como el zampullín, el cormorán, la garcilla, el ánade azulón, la cerceta, el pato colorado, el porrón, el cernícalo o el águila pescadora, entre otras. En lo que se refiere a vegetación, allí, conviven fresnos, adelfas, pitas, tarajes o eucaliptos. Existen algunos caminos que discurren siempre junto al agua, de tal forma que siempre se tiene un aliciente paisajístico.
La Cueva de Ardales y el Centro de Interpretación de la Prehistoria del Guadalteba
Esta caverna presenta pinturas rupestres de la época solutrense (20.000 años a. C.), un importante yacimiento neolítico (3.800 años a. C.) y varios enterramientos del calcolítico (2.700 años a. C.). Durante muchos años ha estado cerrada al público; en la actualidad, debido a su importancia, esta gruta está protegida legalmente y se encuentra controlada por numerosos sensores, lo que obliga a mantener un sistema equilibrado de visitantes. La visita guiada por la cueva tiene una duración aproximada de tres horas. Situada a unos cinco kilómetros del pueblo, esta cueva fue redescubierta en 1821.Para visitarla hay que pedir cita previa en el teléfono 952 458 046. El precio de la visita es de 8 euros para adultos y 5 euros para niños.
El Centro de Interpretación de la Prehistoria es un museo que, de forma muy didáctica, ofrece una visión general sobre esta etapa en la comarca. Se comienza con un vídeo muy ilustrativo de unos 15 minutos para después continuar la visita por las dos plantas de este edificio, que cuenta con más de 800 piezas que ejemplifican la Prehistoria de Ardales y de la comarca del Guadalteba.
El Castillo de la Peña
Esta fortaleza árabe corona el casco urbano de Ardales. Fue construida en el siglo IX y se alió con la causa rebelde de Bobastro. También fue de gran importancia histórica en la larga guerra fronteriza entre árabes y cristianos en el último período del antiguo Al-Ándalus. De la construcción original no quedan restos visibles; los actuales lienzos y torres del castillo responden, eso sí, a dos momentos constructivos distintos, pero de época nazarí o cristiana.
El Castillo del Turón
Aunque actualmente no tiene un acceso fácil, los amantes de la historia no pueden eludir una visita a lo que queda de esta fortaleza árabe. Fue mandada a construir en el XIV y tomada en 1433 por las tropas cristianas. Desde entonces quedó despoblada. Gracias a ello, mantiene hoy en día muchas de sus murallas y torres originales. Este castillo llegó a contar con una decena de torreones, lo que da idea de la importancia que tuvo en la época. A los pies del castillo, en época estival, es posible darse un buen baño en la llamada poza de la Olla. Se trata de uno de los recodos más profundos y anchos del río, que permite al mismo tiempo disfrutar de un remojón mientras se observa desde abajo la fortaleza árabe.
El Puente de La Molina
Los primeros en erigir la construcción fueron los romanos, ya que por allí pasaba una de las calzadas que unía el interior con la costa mediterránea andaluza. La base de este puente data del siglo I. Con tres arcos de medio punto, es una de las obras de ingeniería más importantes de la comarca del Valle del Guadalteba. La construcción sirve para cruzar el río Turón que pasa junto al casco urbano de Ardales
Las aguas sulfurosas de las Termas de Carratraca
Este balneario, situado en el casco histórico de Carratraca, se nutre de aguas sulfurosas. Sus propiedades beneficiosas para la salud se divulgaron especialmente durante el siglo XIX, cuando la localidad era conocida como Puebla de Baños y pertenecía a Casarabonela. Gracias a esas aguas, la burguesía malagueña más influyente de la época se instaló allí y lo convirtió en uno de los lugares de veraneo más codiciados de la época. Hoy en día las termas están vinculadas a un lujoso hotel de cinco estrellas, que se encarga de gestionar el uso de sus aguas -muy positivas para patologías cutáneas y estomacales- en un inmueble histórico que recuerda al original del XIX. El balneario, situado en una de las calles principales del municipio, ha sido visitado desde su fundación por personajes históricos como la emperatriz Eugenia de Montijo, el político Cánovas del Castillo o Lord Byron.
La Fonda de Pepa
Frente a las Termas de Carratraca se encuentra este verdadero templo de la cocina más popular, la afamada Fonda de Pepa. El establecimiento funciona igual desde hace varias décadas. No hay carta donde elegir platos. Se come lo que Josefa Romero, más conocida como Pepa, haya preparado en el día, desde una sopa de puchero a un potaje de callos, un típico gazpachuelo malagueño o una cazuela de fideos. Eso, de primero. Entre los segundos no suelen faltar las patatas, los huevos y los chorizos fritos, así como albóndigas en salsa de almendra, carrillada, alitas de pollo o magro con tomate. En definitiva, como dice Josefa, allí se come “a la sorpresa”. De acompañante, nada más genuino que tinto con gaseosa. Anécdotas se cuentan muchas, pero la más famosa fue la presencia de incógnito hace más de veinte años del príncipe Carlos de Inglaterra, de la que no se percató Pepa hasta que la prensa local se hizo eco días después.
La carretera Carratraca-Álora
Aunque está pendiente de una importante rehabilitación, una de las mejores carreteras paisajísticas de la provincia de Málaga es la que une los pueblos de Carratraca y Álora por la Sierra de Aguas. Con un trazado de poco más de una docena de kilómetros, este sinuoso camino no sólo ofrece espectaculares enclaves naturales sino que también recuerda el pasado minero de esta zona. Además, une dos pueblos que destacan por tener un importante patrimonio histórico.
El convento de la Virgen de las Flores
En la carretera que une a Álora con Carratraca se puede visitar uno de los templos más importantes de la zona, la iglesia del convento de la Virgen de las Flores, una valiosa construcción del siglo XVI. Además de su riqueza arquitectónica merece la pena detenerse en este punto para disfrutar de sus vistas al valle.
Castillo de Álora
En el camino hacia el Desfiladero de los Gaitanes desde el Valle del Guadalhorce hay que pasar junto a localidad de Álora. Allí, sobre un cerro contiguo al casco urbano, aún se conserva su castillo árabe. Destaca en su interior, la construcción de la Torre de la Vela, que fue erigida en la época de los reinos taifas, y un arco de herradura que es único en Occidente. También dentro se edificó una mezquita, sobre la que posteriormente se levantó la actual capilla de Santa María de la Encarnación. Además de todo ese legado histórico, esta atalaya permite tener una vista panorámica de la fértil ribera del Guadalhorce.
Iglesia de la Encarnación
De obligada visita también en el casco urbano de Álora es la iglesia de la Encarnación, construida en el XVII. El principal templo del pueblo está ubicado en una céntrica plaza, donde se celebra en Semana Santa la tradicional ‘Despedía’. Está considerado como el segundo edificio religioso en tamaño de toda la provincia de Málaga (sólo superado por la Catedral de Málaga). Junto a la iglesia se puede ver el Museo Municipal, que lleva el nombre de Rafael Lería, con un importante legado arqueológico y etnográfico.
Valle de Abdalajís y su sierra
Muy próxima a la sierra de Huma, se encuentra la localidad de Valle de Abdalajís, que se cobija a los pies de la sierra que lleva el mismo nombre. Gracias a esta cadena montañosa de piedra caliza, el municipio goza de un privilegiado entorno ecológico en el que se puede disfrutar tanto del paisaje como de la práctica de algunos deportes de aventura, como el vuelo en sus distintas disciplinas, gracias a la irregular orografía de la zona. Valle de Abdalajís cuenta, además, con un amplio legado cultural. Uno de los elementos de este patrimonio que más destaca es La Peana, una pieza pétrea que proviene del famoso Arco de los Gigantes de Antequera y que se puede encontrar en la plaza de San Lorenzo. Además, este emblema de la localidad servía de pedestal a una estatua que tenía una inscripción dedicada al emperador Trajano.
Rutas senderistas por la zona
En torno al Desfiladero de los Gaitanes y el Caminito del Rey se pueden realizar varios itinerarios senderistas, con grados de dificultad muy variados, ya que van desde el camino del Gaitanejo, de dificultad baja hasta el duro ascenso al pico de Huma.
Sendero de Gaitanejo (dificultad baja)
Ésta es una cómoda ruta circular de algo menos de 5 kilómetros que se pueden hacer en apenas 2 horas a un ritmo tranquilo. Parte prácticamente del Parque Ardales junto al conocido restaurante El Kiosco. Se puede usar tanto el camino que parte justo al lado del establecimiento como el angosto túnel peatonal situado también a pocos metros. En ambos casos se tomará un carril forestal que conduce tanto a la central hidroeléctrica como al inicio del propio Caminito del Rey. El retorno se hará al principio junto a las orillas del pantano para después subir hasta el punto de partida por una senda estrecha que atraviesa un espeso pinar.
Ruta de los embalses (dificultad baja)
El itinerario más sencillo y corto del entorno del Desfiladero de los Gaitanes es el que parte a unos 50 metros del hotel La Posada del Conde. Desde allí se toma un sendero de apenas un kilómetro de longitud, que habrá que hacer tanto en la ida como en la vuelta. En épocas de muchas lluvias, se pueden ver allí numerosos saltos de agua de las distintas presas. La vegetación aquí es mucho más de ribera que en otros enclaves de la zona. También sobresalen esbeltos eucaliptos y frondosas higueras.
Sendero Haza del Río (dificultad media)
Este camino, que parte del antiguo apeadero convertido ahora en el alojamiento turístico La Garganta, propone un recorrido a los pies de esta sierra, donde todavía hoy hay algunos yacimientos de fósiles marinos del Jurásico. Aunque no se hace una gran subida, sí es posible obtener excelentes vistas panorámicas de este valioso enclave geológico, con vistas del Desfiladeros de los Gaitanes, del cerro donde se encuentran las ruinas de Bobastro, del pantano del Guadalhorce o de los propios tajos de la Haza del Río, donde es frecuente ver a los buitres leonados. En lo que se refiere a la vegetación, se alternan arbustos y matorrales, como sabinas, enebros, retamas o palmitos, con árboles propios de bosques. El itinerario apenas supera los 5 kilómetros aunque es de dificultad media por su desnivel.
Circular de sierra de Huma (dificultad media)
Otra opción menos dura para conocer la sierra de Huma es la ruta circular que parte prácticamente desde la Escalera Árabe. En un recorrido de apenas ocho kilómetros rodea la sierra en cotas elevadas y también con ciertas pendientes acentuadas. De esta forma, se puede disfrutar de la presencia de la típica fauna mediterránea, en la que cabe destacar el zorro y la cabra montés, que habita las zonas más altas. Otros mamíferos más escurridizos para la vista son los lirones o las ginetas. Sin embargo, son las aves rapaces y carroñeras las que mejor se perciben, como el buitre leonado, al halcón abejero o al águila real. La presencia del palmito, la única palmera autóctona de Europa, le da, sin duda, un contraste único a este recorrido.
Ascenso al pico de Huma (dificultad media-alta)
Uno de los enclaves montañosos donde mejor se puede disfrutar de la variedad paisajística del Valle del Guadalhorce es la sierra de Huma, una cordillera situada junto al Desfiladero de los Gaitanes. Esta montaña, situada entre los términos municipales de Ardales, Álora y Antequera, ofrece uno de los rincones de mayor belleza ecológica de Andalucía, gracias sobre todo a su naturaleza caliza. Para conocerla bien se puede subir hasta su cima, aunque este ascenso ofrece especial dificultad para aquellos que no estén iniciados en el senderismo, ya que recorre numerosas pendientes. El camino merece la pena si se llega a la cúspide, situada a 1.181 metros sobre el nivel del mar, ya que desde allí se tienen impresionantes vistas panorámicas de varias comarcas, como son los valles del Guadalhorce y del Guadalteba y la Vega de Antequera. Al menos se necesitan 3 horas para llegar a la cima.
Ruta El Chorro-Ardales y otros itinerarios de la Gran Senda de Málaga
Además de todos estos itinerarios hay que tener en cuenta que por esta zona hay tramos de grandes recorridos, como la Gran Senda de Málaga. Entre ellos, está el que une el Chorro con Ardales. El recorrido implica un ascenso hasta la mesa de Villaverde y, por tanto, discurre en torno a las ruinas de Bobastro, un enclave histórico en el que merece la pena detenerse para conocerlo. Esta ruta, que apenas llega a los 15 kilómetros de longitud, no ofrece muchas complicaciones y permite conocer aspectos históricos de esta zona, como la ermita de Villaverde, construida junto a una necrópolis medieval o los restos de una iglesia mozárabe. Pero, sin duda, el principal atractivo está en acceder a lo que fue la ciudad de Bobastro, asentamiento donde los historiadores sitúan el inicio de la revuelta de Omar Ben Hafsun, quien se opuso al poder del califato de Córdoba a finales del siglo IX. Su fortaleza no pudo ser tomada hasta muchos años después de su muerte.
Otras rutas integradas en itinerarios de largo recorrido son las que unen El Chorro con Campillos a través de los embalses y con la localidad de Valle de Abdalajís.
Qué comer
Plato chorreño
Entre las recetas de la zona, la más contundente es, sin duda, el plato chorreño, que se puede probar en establecimientos como la Venta El Pilar. Ahí se unen productos de alto poder calórico, como las migas, las patatas fritas, los huevos, la morcilla, el chorizo y unas lascas de jamón serrano. Recomendado para compartir.
Jabalí al vino tinto
La carne de jabalí se prepara con mucho mimo junto a las orillas del pantano del Conde del Guadalhorce. Varios establecimientos presumen allí de darle un toque jugoso y suculento con una salsa al vino tinto, donde habrá que mojar mucho pan. La textura y el sabor de este plato lo elevan a los altares de la gastronomía de la zona.
Sopas perotas
En la zona de los embalses hay cierta influencia aloreña, tal y como se puede ver en la inclusión de su plato más famoso en muchas de sus cartas. La llamada sopa perota, elaborada con productos de la huerta y pan desmigado a pellizcos, lleva entre sus ingredientes tomates, cebollas, pimientos, patatas fritas, pan, sal y aceite de oliva virgen extra. Pueden llevar como acompañantes desde unos bastones de pepinos son sal hasta unas aceitunas de la variedad manzanilla aloreña.
Migas
Este plato contundente se prepara en la mayoría de los establecimientos de restauración de la zona. Aunque no es exclusivo de allí, sí han sabido darle un toque muy especial en muchos de estos restaurantes y ventas, tanto por la preparación como por la cantidad que se pone sobre el plato.
Revueltos
Con un entorno tan serrano en los bares y restaurantes que rodean al Desfiladero de los Gaitanes no pueden faltar los distintos revueltos con huevo y verdura, como espárragos o tagarninas o incluso setas (en temporada).
Porra
Cuando aprieta el calor, en la zona tienen como plato estrella la crema de tomate más famosa de la provincia de Málaga, la porra. Las influencias antequeranas se dejan notar en las cocinas de los restaurantes situados a los pies de los embalses, si bien en este caso ocurre como con las migas y cada establecimiento le da un toque inconfundible
Paletillas de cordero al horno y de chivo lechal malagueño
Aunque la carne de cerdo predomina en las cartas de los restaurantes de la zona, cada vez se ven más otras opciones, como el cordero y el chivo lechal malagueño. Ambos se suelen preparar al horno y con generosas guarniciones de patatas fritas.
Productos locales
Cada vez es más frecuente ver en las cartas referencias a productos locales, como son los embutidos de Ardales, los quesos de cabra de los valles del Guadalhorce y del Guadalteba, la aceituna manzanilla aloreña o los vinos de localidades cercanas como Álora, Cártama y Almargen, donde se hacen tintos, blancos y dulces.
Dónde comer
En la zona de la barriada del Chorro
La Garganta
Bda. El Chorro s/n, 29552 Álora.
Telf. 952 49 50 00
www.lagarganta.com
Venta El Pilar
Ctra. El Chorro, km. 2 (frente al Desfiladero de los Gaitanes). 29559 Ardales.
Telf: 635 18 95 51
Bar Isabel
Barriada El Chorro s/n. Álora
Telf: 952 49 51 19
En la zona de Parque Ardales
Restaurante El Kiosko
Parque Ardales, s/n. Pantano El Chorro
Telf. 952 11 23 82
www.restauranteelkiosko.com
Restaurante El Mirador
Parque Ardales, zona 4. Pantano El Chorro
Telf. 952 11 98 09 - 629 77 61 07
Restaurante Oasis (Hotel La Posada del Conde)
Parque Ardales, s/n. Junto a la presa del embalse Conde del Guadalhorce
Telf. 952 11 24 11
www.hoteldelconde.com
Bar La Cantina
Parque Ardales, s/n. Junto a la presa del embalse Conde del Guadalhorce
Dónde alojarse
En la zona de la barriada del Chorro
Apartamentos turísticos La Garganta
Bda. El Chorro s/n, 29552 Álora.
Telf. 952 49 50 00
www.lagarganta.com
Pensión Estación El Chorro Isabel
Estación El Chorro, s/n. Álora.
Telf: 952 49 50 04
www.lagarganta.com
Finca Rocabella
Las Angosturas, s/n (El Chorro) - Álora
Telf: 629 78 06 58 - 616 42 69 39
www.fincarocabella.com
Camping Albergue El Chorro
Estación El Chorro, s/n - Álora
Telf: 952 49 52 54
La Almona Chic
Las Casitas de el Chorro - Álora
Telf: 952 11 98 72
Casa Rural La Cascada
Las Angosturas, 96 (El Chorro) - Álora
Telf: 952 11 23 16
En la zona de Parque Ardales
Hotel La Posada del Conde
Parque Ardales, s/n. Junto a la presa del embalse Conde del Guadalhorce
Telf. 952 11 24 11
www.hoteldelconde.com
Parque Ardales. Camping y apartamentos
A orillas del embalse Conde del Guadalhorce
Telf: 952112401 - 951264924
Empresas de multiaventura
Ardalestur
Rutas arqueológicas, geológicas, históricas y botánicas por la zona
Telf. 607 39 21 41
www.ardalestur.es
Indiansport
Turismo activo: Piragüismo, espeleología, senderismo, multiaventura, escalada, rápel, etc
Parque Ardales 29550 Ardales
Telf: 951 21 20 11/ 686 47 92 88
www.indiansport.es
Asociación Montañera de El Chorro
Turismo activo: Escalada y montañismo
Refugio Villa Huma. El Chorro (Álora).
Telf: 652 41 20 55
contact@asociacionmontaneraelchorro.com
Coordinación y guión: Elena de Miguel
Coordinación multimedia: Luis Moret
Desarrollo y diseño: Juanjo Fernández
Texto: Ivan Gelibter, Javier Almellones, Ángel de los Ríos y Francisco Griñán
Vídeo: Pedro J. Quero, Iván Gelibter y Félix Matamala
Fotos: Carlos Moret, Álvaro Cabrera, Iván Gelibter y Ñito Salas
Fuentes de documentación gráfica:
Ayuntamiento de Ardales
Diputación de Málaga
Archivo Sevillana-Endesa.
Biblioteca Real de Palacio
Archivo General de la Administración
Foto Colección Pedro Cantalejo Duarte.
Archivo Arenas
No-Do (RTVE)
El Caminito del Rey
A marvel 105 metres above the ground
English version